En el Perú el crecimiento del parque automotor paso de 1 534 303 en 2007 a 3 617 907 en 2017, lo que significa que creció en más del 100% durante la última década (Instituto Nacional de Estadísticas e Informática, 2018). A razón de lo mencionado, el gobierno en coordinación con sector privado acordó reducir el contenido de azufre (< 50 ppm) en los combustibles a fin de mejorar la calidad del aire. Logrando así, disminuir las emisiones de los contaminantes causadas por el parque automotor, que actualmente genera el 70% de la contaminación del aire, en las zonas urbanas del país. Por lo que la disminución del azufre en el diésel, gasolina y gasoholes reduce hasta el 90 % de las emisiones de dióxido de azufre por cada vehículo.
La adopción de la norma de emisiones vehiculares acorde a Euro 4 se pudo integrar a nuestra normativa peruana luego de asegurar la disponibilidad de los combustibles adecuados a nivel nacional (aproximadamente el 50% de los combustibles contenía más de 50 ppm de azufre), tanto para gasoholes/gasolinas como para diésel. Lo cual se traduce en vehículos mucho más eficientes.
En ese sentido, las medidas implementadas han permitido a lo largo de los años la mejora significativa de la calidad del aire, evidenciando (por ejemplo para el caso de Lima) un descenso de las concentraciones promedio anuales de material particulado fino (también llamado PM 2,5 y siendo el parámetro de calidad del aire más vinculado a la salud de las persona) de 77 microgramos por metro cúbico (µg/m3) en el año 2006, a 29 microgramos por metro cúbico (µg/m3) en el año 2018. Es decir, se ha tenido una mejora de más del 60% en los niveles de calidad del aire.